Tengo que contarles que de nuevo me he ausentado del blog porque aparte de todas
las actividades en las que ando metida he empezado a estudiar otra vez, ahora
una tecnología en gestión de mercados y como siempre no es por conseguir un título
sino como estrategia que pretendo aplicar en la cotidianidad, aunque claro que
el título no está de más y como me decía mi amiga Lili espero no abandonar
antes de culminar, aunque está dentro del rango de cosas que puedo soportar por
cierto límite de tiempo.
Anoche tuvimos reunión con mis amigas de toda la vida, Viviana,
Francia, Liliam, Mónica, Ginna y yo, las amigas del alma las llamo, y es que se sorprenderían de saber la
cantidad de tiempo que llevamos de conocernos y de mantener esa amistad; para
evitar cálculos incómodos solo les diré que nos conocemos desde que teníamos entre
8 y 10 años, hemos estudiado, algunas con más de dos carreras, otras con hijos,
empleos espectaculares, exitosas en la medida que tenemos lo que queremos y
consideramos para sentir esa satisfacción personal, todas haciendo cosas que nos apasionan y siempre apartando ese momento para cada
encuentro en el que no dejamos de sentir gratitud por la oportunidad que nos
brinda la vida de estar ahí compartiendo justo esos instantes que nos sacan de
ese mundo de adultos, de responsabilidades, de obligaciones, donde ninguna es
jefe de nadie, ninguna es mamá, ninguna tiene maestrías, solo somos nosotras
las mismas niñas que nos conocimos hace tantos años y que podemos con la misma
honestidad y transparencia de esas épocas sentarnos a hablar de cualquier tema.
Por ejemplo hemos descubierto que esos temas van cambiando y
ajustándose a nuestras necesidades.
También en nuestra tertulia descubrimos que aunque yo he
sido la más despistada del grupo y con alma de hippie, que empiezo cosas que no
termino, que voy por la vida sin atarme a casi nada y que comparada con todas
ellas soy quien menos logros profesionales he tenido (pero que sí tengo), más de una me debe todos sus títulos 😊 y es que gracias a ese
espíritu de artesana y haciendo cuentas regresivas si yo no hubiera estado en
las mismas clases con ellas nunca hubieran podido aprobar las clases de
artesanías, en especial Francia porque siempre era yo la que tenía que llegar a
arreglarle los desarreglos que llevaba y muchas veces, sino la mayoría, tenía
que hacerle las tareas completas. Es una
de las razones por la que es mi mayor fan y promotora de mi blog J , aunque tenemos
cierto tema de regalías pendiente porque ayer nos enteramos que vendía las
obras que yo hacía 😈
Aprendimos otra lección de vida que es la paciencia, después
de tres años de espera Viviana consiguió
un nombramiento que le significa un gran paso en su desarrollo laboral, quien
le hubiera apostado a esto? Pues ella en silencio y con calma lo hizo y nos
sorprendió con esa buena noticia y como dice Ginna todo con gozo se logra, pero
con mucho gozo en algunos casos.
Tuvimos las oportunidad de darnos cuenta que así como
recordamos a quienes fueron parte de nuestra formación también seremos
recordadas, sea por la razón que sea, aunque
preferiríamos que fueran buenas memorias; para quienes me conocen más de
cerca tal vez nombres como Beneranda, Uriel, Sara o Eutimio tengan mucho
sentido y sepan de qué hablo, para los demás ellos fueron maestros que tuvimos en
nuestra infancia y que en algún momento trataron de hacernos nuestras jóvenes vidas
de cuadritos, pero igual se ganaron un espacio en nuestros recuerdos y tal vez
cada que nosotras nos reunimos a ellos se les calientan las orejas 😂, del único que jamás
hablaremos será de nuestro profe de música y no porque no lo merezca sino
porque antes de ser profesor es el padre de nuestra querida amiga Mónica, pero
sigue estando presente en nuestras memorias él y sus tonadas.
Es grato de cualquier manera siempre sentarnos a recordar
vivencias, compartir noticias que esta vez fueron muy agradables para todas,
aunque algunas veces tengamos que compartir otras que no lo son tanto, pero esa
es la esencia de la vida, estamos ahí como los tres mosqueteros que resultaron ser cuatro: “todas para
una y una para todas” y seguirán pasando los años y seguiremos ahí.
Hoy, éste más que un blog es un homenaje a esas amigas que a
pesar del tiempo y la distancia siempre están cuando se necesitan, para lo
bueno y lo no tan bueno pero con su presencia y un café lo hacen soportable. Salud!
De izquierda a derecha Mónica, Ginna, Francia, Arriba Liliam, Viviana y yo
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