Como es lo corriente nos pusimos a adelantar cuaderno y entre una cosa y otra nos dimos cuenta que tengo la capacidad de perder plata con la facilidad de un guiño pero que además me rebusco las maneras más extrañas para que esto suceda.
Yo como los seres normales no pierdo dinero de manera corriente, no voy de compras a llenar una tarjeta de crédito, ni pido prestado pagando intereses altos, no me dejo seducir por el dinero fácil como las populares pirámides sino que me busco unos negocios que entre más complejos sean más atractivos me resultan, por ejemplo en los últimos meses me dio por hacer trading⇱⇲, que es una cuestión mucho más complicada de lo que suena, tiene uno que jugar con la bolsa de valores, palabras más palabras menos, apostándole a la subida y a la bajada de las acciones, en teoría uno debería analizar con ciertas herramientas la estrategia a manejar, pero a mi me resultó más sencillo creerle a mi intuición, la cual tengo que someter a revisión porque últimamente no le pega a media.
Como era de esperarse fue mayor el tiempo que demore creando las cuentas, descargando las aplicaciones y entendiendo el mecanismo que esfumando el dinero.
Y como ese ejemplo tengo otro montón de casos en los que supongo que puedo aprender pronto a manejarlos y efectivamente me vuelvo a equivocar.
Sin embargo eso nunca me ha detenido (aunque debería😄 ) y sigo metiéndome en cosas raras por lo que llegamos a esa conclusión: sí lo que yo quiero es hacer dinero podría escribir un libro que se llame Mil maneras de perder la plata, pero para ser honesta ...quien lo compraría? 😅 y tendría que sumarlo a la lista y ahora sería 1001 maneras de seguir perdiendo.
De todos modos me resulta divertido que aunque no tengo dinero, no es únicamente por esa clase de inventos, también es porque me gusta invertir en mi y mi familia en paseos, buenas comidas y otros gustos menos materiales y más instantáneos , y a estas alturas puedo ver mis inversiones en negocios raros como anécdotas muy graciosas así me hayan hecho sufrir en su momento.
Y pues como siempre he dicho, afortunadamente lo único que no tengo es dinero porque imaginación me sobra y con el resto de regalos que me da la vida con mi familia, mis mascotas, mis amigos y la variedad de comidas y postres soy muy feliz y siempre existirán nuevas formas de negocio para seguir arriesgando y tal vez algún día mi intuición esté coordinada con la técnica y aprenda a negociar y nunca se dirá que no lo intenté 😉
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