Tengo claro que si quiero que
mi blog siga vigente debo escribir muy seguido pero con tanta cosa, tanto
proyecto que tengo a veces se me complica y se me pasan historias muy buenas
por contar pero ahora quería compartirles mi otro grado que he conseguido de administración
y control de inventarios que resulta ser muy útil para llevar las cuentas de lo
que tengo y lo que no tengo, en realidad sirve para mucho más que eso pero me
gusta ver las cosas en su manera simple de entender.
Una de las razones por las que
he estado ausente es porque después de muchas dietas, rutinas de ejercicio y
cuanto invento se me ocurría a cambio de bajar de peso seguía subiendo, lo que
no es tan divertido cuando uno trabaja para evitarlo, resulta que junto con
otra serie de síntomas como bochornos a cualquier hora del día, dolor en las
articulaciones y fatiga entre otros y después de casi un año de estar haciendo
visitas a los médicos en donde lo único que tenían permitido decir era que
debía dejar de comer sin siquiera detenerse a mirar el historial que traía y
teniendo en cuenta que hace muchos años tengo síndrome de colon irritable por
lo que tengo una dieta muy restringida y donde el más osado se atrevió a diagnosticar que yo
tenía una pre-pre-menopausia 😞 O_o otro me recomendó cita con el odontólogo y el optómetra 😡 o_O y otro que no me estresara que eso pasaba con la edad 😷 X_x 😨
Me ha tocado ponerme en la
tarea de buscar médicos que de verdad tuvieran ética y profesionalismo porque
era un hecho que si seguía asistiendo a mi eps solo iba a salir muy frustrada y
yo tendría que darle clases de medicina a estos babosos que les falta vocación
y creen que porque llevan una bata blanca y un estetoscopio ya pueden
llamarse médicos pero se les olvida cual es el propósito de su carrera, que yo
sin tener estudios al respecto deduzco que es servir y atender o eso es lo que
dice el juramento hipocrático que deben recitar cuando se gradúan:
“Por lo más elevado de mis
creencias prometo a mis pacientes idoneidad, franqueza, compromiso con todo lo
que mejor pueda servirles, compasión, discreción absoluta y confidencialidad
dentro del margen de la ley…”
“Trataré a mis
pacientes como quisiera que a mí me trataran…”
En este fragmento es que me parece que están más
perdidos porque seguramente estarían muy disgustados si su médico tratante
saliera con esa clase de respuestas a no ser que padezcan además una clase de masoquismo
que los haga disfrutar.
El caso es que por fortuna para
la humanidad todavía existen profesionales muy comprometidos con su carrera y
yo los encontré, así que allí por fin me ordenaron una serie de exámenes para confirmar lo que la doctora analizó solo
con contarle mi historia.
Resulté con un problema de
tiroides que vengo desarrollando desde hace más de tres años pero que nadie
contempló como importante probablemente porque a las entidades promotoras de
salud de nuestro país les resulta más económico y práctico ignorar ya que de lo
contrario les costaría una vida entera medicar a este paciente .
Efectivamente una vez
diagnosticado el problema y superando el asombro de parte de la doctora por el menosprecio
que recibí y por los posibles daños que pude haber sufrido por darle tanto
tiempo a este cuadro, que me llevo a algunos desajustes como una poli neuropatía,
que si es tan maluco como suena, empezamos con el tratamiento y ya llevo un mes
medicada y los resultados han sido fabulosos, mi calidad de vida volvió
notoriamente, aunque ahora debo incluir en mi rutina diaria una pepita en
ayunas para el resto de mis días lo que me parece valido y muy fácil de hacer.
Lo que me vuelve a causar
indignación es que he vuelto a mi eps debido a que es un medicamento vitalicio
y sabiendo que pago mis aportes me parece lógico que allí me lo suministren y oh
sorpresa! al médico de turno le parece que no tendría yo que estar tomando esos
medicamentos porque ese no es el protocolo, según este “profesional” yo debería
estar en observación, es decir que tres años de síntomas no le parecieron
suficientes y necesita otros tres meses a ver si de pronto muero de
aburrimiento antes que del malestar y no pido nada más de lo que tengo derecho
y lo que es peor es su respuesta cuando le pregunto entonces que hago con la
formulación que ya tengo: “pues si sumercé quiere tómeselos” y acto seguido me
abrió la puerta del consultorio para despedirme. 😲
O sea que además de que me tocó
llevarles el diagnostico de lo que tengo, habiendo pagado médico particular y
los exámenes también (y todos sabemos cuánto cuestan estos servicios…) entonces
resulta que yo debo suministrarme los medicamentos según mi propia valoración
O_o y si me da por tomar cianuro entonces está bien? A que jugamos?
Esto se los cuento con el ánimo
de que no se queden con una sola respuesta, averigüen, lean, pregunten, porque
cuando la salud está en juego no se pueden dejar esos vacios y está visto que
al sistema no le interesa en lo más mínimo la condición de sus pacientes sino
el lucro que esto genera a pesar de asegurar que no lo harán en su mismo
juramento hipocrático: “Cobraré tan sólo los
honorarios justos por mis servicios profesionales sin tratar de lucrarme, ni
financieramente ni en ninguna otra forma, por aquellos consejos y cuidados que
dispense a mis pacientes.”
Aparte de estos incómodos
momentos con los profesionales de la salud que parecen estar aleccionados para
hacerse los ignorantes en estas entidades, la vida continua y ya me fui de
paseo, caminé, corrí, me mojé bajo la lluvia, comí y bebí más de lo conveniente
recordando todas las mañanas mi pepita antes del desayuno y la pasé del carajo
sin notar siquiera que hace un mes parecía una anciana de 80 años y lo mejor…ya estoy bajando de peso
nuevamente J
En estos días regresaré a la
eps a ver quién se aburre primero, si yo de recibir negativas o ellos de verme
allá
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