Existe gente tan manipuladora capaz de desbaratar lazos que
han durado por años y no les importa más que su propio beneficio aún sin medir
el atropello que puedan cometer hacia personas que dicen querer, esto solo
demuestra la clase de sentimientos que albergan en su ser, para mí se resumen
en una sola palabra: “egoísmo”
Con esta reflexión inicio este blog que muestra la realidad de muchas personas, gente que por
celos que, no son otra cosa que el
reflejo de sus propias inseguridades o como diría mi abuelo “como las usa se las
imagina”, son capaces de llevar a límites
aterradores a sus parejas.
Uno podría entender la etapa del enamoramiento donde la
persona quiere la atención de la otra parte la mayoría del tiempo porque esto
se debe a una reacción química del cuerpo debido al caos hormonal que se crea
cuando se libera la dopamina y genera esa adicción hacia la otra persona, hasta
ahí normal, pero en qué cabeza cabe que si una de las partes ya tiene su pareja
y se está metiendo a jugar con candela con las ramas de otro jardín pueda
exigirle a su nuevo chamicito esa
exclusividad que ella no está en condiciones de dar y lo que es peor le pida
que abandone cualquier contacto con las personas del sexo opuesto que al
parecer resultan una amenaza para la pequeña pirómana?
Ahora para que exista esta clase de locas necesariamente
debe existir la otra parte: el manipulable, lamentablemente son personas que
podrían comerse el mundo si quisieran (a manera de triunfos aclaro) pero
deciden conformarse con este tipo de relaciones asfixiantes hasta que se les
convierten en una necesidad, requieren que alguien controle sus vidas
constantemente y no sirven los consejos ni los espejos como ejemplo, aun cuando
logran salir de una relación que los ha quemado hasta el tuétano terminan
cayendo en otra peor de las mismas características, buscan los mismos patrones.
A mi modo de ver en ambos casos se sufre de falta de
carácter y de amor propio… pero cada quien tiene lo que se merece…
Cuantas veces necesitarán estrellarse estos seres contra el
mundo para entender la situación y
superarla?
Quien es más culpable? O quien está más loco? Eso no podremos
entenderlo, es como para los evolucionistas el caso de quien fue primero sí el huevo o la
gallina…Tal vez es una enfermedad que necesita de largas sesiones de terapia psicológica
pero mientras los afectados no decidan remitirse es muy improbable que esto
pueda cambiar.
La cuestión es que siempre habrán daños
colaterales y que definitivamente se debería
incluir en la educación una clase en la que se enseñe a respetar el espacio
personal de cada ser, en donde se vea al otro como un individuo con los mismos
derechos pero sobre todo a entender y aplicar el concepto de la moral, esto sí
que solucionaría tantos conflictos en este planeta
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