Hacer lo que a uno le gusta para hacerlo con pasión, sí no estas cómodo o no te sientes feliz con las cosas que haces o sientes que puedes probar otras diferentes ... cámbialas y pruébalas! Es la premisa con la que me gusta manejar las actividades que desarrollo en mi diario vivir.
Así que viendo que me encantan las manualidades y se me facilitan, decidí desarrollar esto como un emprendimiento oficial lo que lleva un gran trabajo no solo de las obras sino de lo que llamaré el detrás de cámaras.Cómo es esta actividad un talento que descubrí que me fluye y se me dá muy bien, (modestia aparte 😜) me apasioné con el tema y decidí aprovechar los conocimientos que tengo en varios temas relacionados y arrancar con la acción.
En la teoría resulta muy fácil, te sientas y escribes la idea que quieres desarrollar, buscar los pros y los contras, cuando ya descartas todos los contras buscas como llevar a cabo tu plan, también la escribes, porque es muy importante para que no se te pasen cosas por alto y luego recuerdes todo lo que quieres hacer, organizas tus ideas y armas el calendario para empezar a ejecutar el plan.
Entre muchas cosas tienes que armar la cara de tu negocio en redes sociales, lo que implica mucho trabajo gráfico y desarrollo de buenas estrategias para que tengas una buena aceptación en el público.
Viene la parte de poner en práctica la teoría, allí ya no es tan fácil y aunque no imposible pues se necesitan muchas herramientas y manos amigas en lo posible.
Pues hoy les quiero contar sobre mi experiencia con la toma de imágenes que forma la parte más importante tal vez del detrás de cámaras con la que me divertí muchísimo, la razón: me gusta trabajar sola, siento que tengo más concentración pero no siempre es lo más funcional.
Me asesoré con unas clases para saber el estilo de fotos que debía usar para que fuera mi página algo más cercano y familiar para mis visitantes, así que después del análisis busqué los atuendos indicados, los accesorios, el fondo, el escenario en general, me maquillé y peiné (cosa que no hago muy seguido con tanto esmero ya que siento que gasto mucho tiempo en algo que no va a durar porque apenas salga a la calle siempre habrá una nube esperándome para arruinar el peinado 😝) y empecé mi sesión de fotografía.
Tengo que aclarar que aunque me encanta el tema fotográfico no tengo una cámara profesional como me gustaría, pero como todo se trata de ser recursivos pues decidí tomar mis fotos con mi iphone, así que solucionado ese punto solo quedaba empezar a posar y a obturar... fácil, no?
Pues NO! cuando tu quieres tomar una selfie porque te gusta el color del día, el paisaje como fondo o mostrar como te diviertes con cualquier actividad pues estás fresco, relajado y te sientes un as en el tema así que sin lío te encuentras los mejores ángulos, quedas genial y publicas pero cuando la cosa es algo más serio, donde sabes que debes proyectar una buena imagen porque además de tus conocidos cercanos éstas fotos van a llegar a gente que no conoces y que debes convencer de seguirte y despertar alguna afinidad con ellos (sin tener que posar en paños menores o haciendo trompas como quien manda picos al infinito y más allá 😅) ahí la cosa cambia.
Todo empezó a fluir... empecé a tomar algunas selfies buenas pero no eran suficientes, decidí entonces que era hora de tomar las fotos con disparador automático, en este momento ya llevaba más de una hora entre alistar la utilería y empezar tomas cercanas, así que ya estaba un poco cansada pero muy animada con la actividad, así que tuve que buscar la manera de cuadrar la posición de la cámara y ahí empezó lo divertido... solo tenía diez segundos para disparar la cámara y salir corriendo al punto donde se suponía que debía estar para salir completa, apropiarme de la pose y mostrar cara de calma y satisfacción, después de unas seis tomas en donde se me cortaba la cabeza o salía movida o sin pies o con la cara de carrerón, calma era lo único que no podía reflejar en esas imágenes, ya se imaginarán lo útil que hubiera resultado tener un asistente, pasaron aproximadamente dos horas pero para las últimas tomas ya no necesitaba retocar el rubor, de tanto correr en tacones ya estaba rosadita y cansada como si hubiera trotado por todo el barrio.
Sin embargo esto era algo que no tenía intención de aplazar para otro día después de tanto trabajo, aunque agotada sabía que necesitaba terminar la tarea, fueron casi tres horas de carreras y cambios de prendas pero lo logré.
Hubiera sido muy interesante tener otra cámara que grabara el proceso en video porque entre uno más sufre por hacer lo que quiere más lo disfruta y los resultados pueden llegar a ser maravillosos, mis perros que eran los que me acompañaban en ese momento me miraban como si yo estuviera loca, claro ver una persona hablando sola con un celular (que no estaba en acción de llamadas) y corriendo por toda la sala de la casa para allá y para acá 😅puede llegar a verse algo descabellado.
Finalmente después de unas 50 tomas y tal vez más resultó un buen trabajo que a continuación les muestro, fue agotador pero valía la pena y a juzgar por las reacciones de los receptores logré el objetivo.
Así que ahora los invito a que visiten mi página y vean los resultados ya aplicados Mi taller de artes
https://mitallerdeartes.du-arte.co/
Más adelante les estaré contando otras partes del proceso que resultan igual de interesantes.
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